Página/12 - 12 de octubre de 1998


 
¿Qué es la argentina?
Por José Pablo Feinmann

1 Tengo un amigo que se radicó en Francia durante la dictadura de Videla. No volvió con la democracia. Está bien allá, hace cine y le fatiga hacer valijas. No obstante, extraña la Argentina. Extraña lo que todos sabemos que este país tiene de extrañable. Llegó hace un par de días para rodar un comercial. Recorrió la ciudad y le entraron unas ganas fuertes de quedarse, de volver. Cenamos y me lo dijo: “Me quedo. Uno es argentino, qué tanto. Mi país siempre va ser éste. El único lugar del mundo donde no me siento un extranjero”. Al día siguiente aparece ahorcado Cattáneo. Mi amigo hace las valijas y me llama por teléfono. Me dice: “Esto no cambia más”. Me dice: “Ustedes no den cuenta porque ya se están acostumbrando de nuevo”. Me dice: “Vuelve la pesadilla”. Y se va.
2 Estoy tomando café en el bar de la esquina con un par de amigos. Uno dice: “Se viene la democracia a la colombiana. Matan a cualquiera”. Otro dice: “Ayer fue Cabezas, hoy es Cattáneo. Mañana vos o yo. No”, le contesta otro. “Yo sé cómo sobrevivir en la Argentina”. Todos lo miran. “Hay que mantener la cabeza lejos de la soga. Cattáneo metió la cabeza en el lazo... y terminó ahorcado. Si estás lejos, no te pasa nada”. Le pregunto: “¿Lejos de qué? ¿De qué hay que estar lejos?”. Dice: “Del poder”. Pide otro café y añade: “Hay que quedarse en casa”.
3 Tengo que ir al dentista. El dentista está en Belgrano. Un amigo -que va para allá– me acerca en su coche. Hablamos. Me dice que tendría que bajar el tono de algunas notas. Le digo que así me salen y que no creo que el tono de mis notas sea nada del otro mundo. Bromeo y añado: “Sabés que no soy valiente”. Hace un silencio. Menea reflexivamente la cabeza. Dice: “No te olvides: esto es la Argentina”. Y no dice más. Considera que todo está dicho con decir “esto es la Argentina”. Le pregunto qué significa “esto es la Argentina”. Me mira, muy serio me mira y dice: “Vos sabés qué significa”.
4 Lo sé: que esto es la Argentina significa que el desdén por la vida, los desbordes del poder y de los aparatos criminales a él ligados siguen vigentes e impunes. Que esto sea la Argentina significa que algunos, que la aman, ya tienen el temor invencible de vivir en ella. Que otros conjuran ese temor recluyéndose en el ámbito privado. Manteniendo el cuello lejos de la soga. (¿Alguien sabe cómo se hace esto? ¿Alguien sabe dónde está la soga? ¿Alguien sabe qué lo acerca o lo aleja a uno de su abrazo final?) Que esto sea la Argentina significa que otros te dicen: “Cuidado con el tono”. Que otros te dicen: “Nuestro horizonte es Colombia”. Que otros te dicen: “Vuelve la pesadilla”. Que otros te dicen: “Ya volvió. Y estamos tan acostumbrados que ni nos dimos cuenta”. Que esto sea la Argentina debería significar también que todos hagamos lo posible para que sea otra cosa.