EL CURRICULUM DE BRITO DESMIENTE A BRODERSOHN
El Banco de la Coordinadora

Cuando este diario publicó que Jorge Horacio Brito trabajó en el Banco Macro desde los tiempos de Mario Brodersohn, el colaborador de Alfonsín lo negó. Aquí, las pruebas de lo afirmado.

Por Horacio Verbitsky

El presidente del Banco Macro, Jorge Horacio Brito se desempeña allí desde 1984, cuando todavía era una compañía financiera propiedad de Mario Brodersohn, José María Dagnino Pastore y Alieto Guadagni. Así surge del curriculum vitae que el propio Brito usaba en sus viajes de negocios junto con Emir Yoma. Esto refuta la enfática desmentida de Mario Brodersohn quien en una carta publicada aquí sin censura ni cortes dijo que eran falsas las afirmaciones de este diario del 26 de agosto de este año en tal sentido.
En aquella nota se dijo que “Brito no es un operador menemista que hizo lugar en sus directorios a Chrystian Colombo y Roberto Eilbaum, dos meros alfiles de la eminencia gris oscuro del radicalismo, Enrique Nosiglia, sino a la inversa. Brito trabajó con el financista de la UCR, Mario Brodersohn desde los tiempos en que el Macro era apenas una cueva de dinero. Desde esa identidad expandió luego sus contactos al menemismo”. Según Brodersohn, “en 1985 se vendió la totalidad del paquete accionario, esto es el 100 por ciento de las acciones de la Compañía Financiera Macro SA a los actuales accionistas del Banco Macro y dicha operación fue aprobada por el Banco Central. Por lo tanto, Dagnino Pastore, Alieto Guadagni y Mario Brodersohn dejaron de ser accionistas de Macro Compañía Financiera en 1985”. Añade que “Brito jamás tuvo relación con Macro durante el período anterior a la venta del paquete accionario y en mi caso particular ni lo conocía personalmente”.
La ex secretaria del ex cuñado ex presidencial, Lourdes Di Natale, entregó a la diputada nacional Graciela Ocaña, integrante de la comisión parlamentaria investigadora del lavado de dinero, que preside su colega Elisa Carrió, el resumé de Brito que estaba entre los papeles de su ex empleador, hoy detenido por la venta ilegal de armas a Croacia. Está impreso en papel con membrete de Jorge Horacio Brito y escrito en un inglés desopilante. Por ejemplo, para decir que Brito nació en Buenos Aires usa un tiempo verbal que no existe: “borned”. De todos modos, el texto no deja lugar a dudas sobre lo que importa en este caso: “In 1984 he became President and CEO for Macro Cía. Financiera SA, Company which was authorized, in June 1987 by Argentina’s Central Bank to operate as fully licensed commercial bank under the name of Banco Macro SA. Mr. Brito is President and CEO of Banco Macro SA there since then”, dice. En traducción al castellano eso significa que, según el propio Brito, “en 1984 se convirtió en presidente y director ejecutivo de Macro Compañía Financiera, que en 1987 fue autorizada por el Banco Central de la República Argentina a actuar de pleno derecho como banco comercial bajo la denominación Banco Macro SA. El señor Brito es presidente y director ejecutivo del Banco Macro desde entonces”.
El presidente del Banco Central que lo autorizó a operar como banco fue José Luis Machinea. En un tramo del informe de la Comisión que Brodersohn no consideró falso, se afirma que durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Macro “había comprado unos 3 millones de dólares justo antes del disparo de la divisa. El Fiscal Ricardo Molinas investigó el caso, pero nunca pudo probar que la entidad hubiese recibido información privilegiada de sus contactos en el Gobierno”.
Ante las publicaciones de este diario, la Comisión interrogó a los directivos del Banco Macro sobre los créditos otorgados al Grupo Yoma. Su vicepresidente Delfín Ezequiel Carballo admitió la veracidad de lo informado aquí. En el informe de la Comisión se lee que durante el gobierno de Carlos Menem, el Banco Macro “fue uno de los conductos por los cuales fluyeron fondos oficiales hacia las empresas del ex cuñado presidencial Emir Yoma. Por ejemplo, durante la crisis del Tequila en 1995 el Macro recibió redescuentos por 29 millones de pesos y otros 20 millonesde una línea de crédito de Comercio Exterior, que casi en su totalidad fue otorgada a la Curtiembre de Emir Yoma, que para entonces ya debía más de cien millones a los bancos oficiales. De los acreedores de Yoma, el único que tuvo la suerte de cobrar su deuda es Banco Macro”.
Además de ser “el único acreedor de los Yoma que cobra sus deudas, el Macro recibió el último cuatrimestre de 1995 y el primer semestre de 1996 diversas transferencias de fondos provenientes del MTB Bank a favor de Yoma S.A. por cuenta de Elthan Trading en concepto de aporte de capital, que corresponden a parte de los 36 millones que Emir no puede explicar por qué recibió y que se sospecha serían coimas por distintos negocios como la venta ilegal de armas, el contrabando de oro, etc.”, sostiene el preinforme de la Comisión. Yoma usaba una cuenta del Macro para realizar operaciones con el Citi de Nueva York, según reconocieron los directivos del Macro. El ex vicepresidente de IBM argentina, Gustavo Soriani, dijo a este diario que Brito “tenía uno de los palcos privados de River, y su invitado permanente era Guillermo Stanley, el vicepresidente del Citibank que manejaba las relaciones con el gobierno y la Coordinadora”. Todo esto ayuda a comprender la protección especial que Colombo acordó al Grupo Yoma desde la presidencia del Banco Nación, del que es el principal deudor privado. En 2000 le otorgó garantías por 10 millones de pesos pese a la recomendación en contrario de la Auditoría del Banco.
El preinforme de la Comisión también detectó que la especialidad del Banco Macro es el otorgamiento de créditos a empresas de transportes. “Muchas de ellas son actualmente investigadas por la Justicia Argentina por supuestas maniobras de lavado de dinero”, dice. Brodersohn es uno de los más próximos colaboradores de Raúl Alfonsín y las investigaciones de la Comisión sobre el Lavado de Dinero agriaron las relaciones del presidente de la UCR con la diputada Carrió.